Eliminación o reducción del subsidio a la energía eléctrica: evaluación bajo distintos escenarios

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Por Thomas Garcia (CEFIP-IIE-FCE-UNLP), Alberto Porto (CEFIP-IIE-FCE-UNLP), Jorge Puig (CEFIP-IIE-FCE-UNLP) y Julián Puig (CEFIP-IIE-FCE-UNLP)

El atraso tarifario y los subsidios a la energía eléctrica no son un tema nuevo en Argentina. La Figura 1 muestra la evolución del precio y del costo de la electricidad a nivel mayorista entre desde 1992 a 2022. La diferencia es el subsidio nacional que en 2022 fue de $1.154.383 millones, equivalente a 1,4% del PIB, en tanto que el acumulado a julio 2023 (último dato disponible) representa el 0,93% del PBI (ASAP).

La presión que ejercen los subsidios sobre las cuentas fiscales del Gobierno Nacional, al igual que los efectos que generan en materia de eficiencia del sector energético hacen que continúe en agenda la discusión sobre su reducción y potencial eliminación. Con el objetivo de contribuir a dicho debate, esta nota plantea diferentes escenarios con esquemas tarifarios de eliminación o reducción del subsidio respecto de la situación actual. A su vez, evalúa el impacto sobre los distintos grupos de usuarios. Los cálculos se realizan utilizando microdatos de la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo 2017-2018) y datos administrativos del sector eléctrico. Se analiza el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por ser la región con mayor cantidad de usuarios a nivel nacional y por captar la mayor proporción de subsidios a la energía eléctrica.[1] Los escenarios simulados se detallan a continuación.

Escenario 1 – Escenario base (situación actual)

Por Decreto 332/2022 rige en el sector eléctrico el esquema de Segmentación Tarifaria. El mismo clasifica a los hogares en 3 grupos en función de sus condiciones socioeconómicas: N1 (nivel alto), N2 (nivel bajo) y N3 (nivel medio). El precio que afronta cada hogar depende del grupo asignado: los hogares en el grupo N1 abonan una tarifa sin subsidio, mientras que los hogares de N2 y N3 poseen una tarifa con niveles alto y medio de subsidio, respectivamente. Según datos oficiales de las dos principales distribuidoras del AMBA (EDENOR y EDESUR), la proporción hogares de N1 en el total de hogares es del 34%, de N2 del 45% y de N3 del 21% (Figura 2).

Utilizando la ENGHo 2017-2018 y los criterios de elegibilidad de los niveles de segmentación se simuló en los microdatos la proporción de N1, N2 y N3 por decil de ingreso per cápita familiar (ipcf). Los resultados se presentan en la Figura 3 y, como es de esperar, existe una relación positiva (negativa) entre la participación de N1 (N2) y el nivel de ingreso. En cuanto a los hogares de N3, la relación luce relativamente más proporcional a lo largo de la distribución del bienestar.

En base a estimaciones realizadas, la Tabla 1 presenta los niveles de consumo y la tarifa promedio pagada por cada nivel de segmentación a septiembre 2023. Puede apreciarse que para niveles de consumo relativamente similares el grupo N1 paga 142% más que el nivel medio (N3) y 310% más que el nivel bajo (N2).

Escenario 2 – Eliminación del subsidio

Este escenario plantea alternativas tarifarias con equilibrio presupuestario, es decir, con eliminación del subsidio. Aquí, y en lo que resta de esta nota, se realiza el supuesto de que las cantidades consumidas de energía eléctrica no se ven influenciadas por los cambios de precios. [2] A continuación, se presentan distintos esquemas tarifarios que llevan al equilibrio presupuestario.

Esquema 2.1 – Todos los hogares clasificados como N1

Bajo este esquema todos los hogares se clasifican como N1. La tarifa final queda en función del consumo del hogar y del cuadro tarifario de N1.

Esquema 2.2 – Tarifa con cargo fijo igual para todos los usuarios que elimina el subsidio.

Aquí se supone que se cobra una suma (cargo) fija igual para todos los usuarios que elimina el subsidio.  En esta situación el cargo fijo que lleva a la eliminación del subsidio asciende a $8.280 mensuales a septiembre 2023.

Esquema 2.3 – Cargo fijo por kwh consumidos

Este esquema plantea cobrar un precio fijo por kwh consumido que logre el equilibrio presupuestario. El precio del kwh que elimina el subsidio asciende a $33.27 a septiembre 2023.

Escenario 3 – Eliminación parcial del Subsidio

La eliminación total del subsidio conlleva al aumento abrupto de las tarifas de los usuarios más vulnerables en términos económicos (aquellos pertenecientes al segmento N2 y N3 que mayormente se ubican en los deciles más bajos) ya que son los que cuentan actualmente con subsidio.

Como alternativa al escenario de plena eliminación del subsidio se plantea el escenario 3 de eliminación parcial. A modo de ilustración y para fines de evaluación se presentan distintos esquemas y sus implicancias. Dependiendo del esquema, la reducción de las transferencias al sector energético varía entre el 17% y 47%.

Nótese en la sección siguiente que los esquemas que se plantean a continuación también influyen sobre las tarifas de los hogares pertenecientes a los segmentos N2 y N3, pero con menor intensidad a lo planteado en el escenario 2.

Esquema 3.1 – Umbral de 100 kwh para N3

Bajo el actual régimen de segmentación los usuarios pertenecientes al segmento N3 poseen una bonificación de hasta 400 kwh consumidos al mes. Pasado este umbral el costo por kwh coincide con el de usuarios de N1. El esquema 3.1 supone disminuir el umbral de 400 kwh mensuales a 100.

Esquema 3.2 – Umbral de 100 kwh para N3 y umbral de 200 kwh para N2

Al esquema 3.1 se agrega la aplicación de un umbral de 200 kwh para los hogares pertenecientes al segmento N2. Cabe señalar que en la actualidad no existe umbral para este segmento, quedando subsidiada toda energía consumida.

Esquema 3.3 – Umbral de 100 kwh para N3, umbral de 200 kwh para N2 y eliminación de Tarifa Social

Al esquema anterior se adiciona la eliminación de la Tarifa Social, que es una bonificación extra percibida por algunos usuarios pertenecientes al nivel de segmentación N2 establecida por Resolución N°6/2016 del Ex Ministerio de Energía y Minería.

Impacto tarifario y de los subsidios bajo los distintos esquemas

La figura 4 resume las variaciones tarifarias que experimentarían los tres segmentos bajo los distintos esquemas tarifarios en relación al escenario base. En el esquema 2.1 la tarifa promedio de los hogares actualmente clasificados como N1 no presentaría variaciones, mientras que la tarifa promedio de los hogares de N2 y N3 aumentaría un 253% y 121%, respectivamente. Bajo el esquema 2.2 el grupo N1 pagaría un 8% menos que lo actual, mientras que el N2 y N3 un 277% y 123% más, respectivamente. El esquema 2.3 plantea un resultado muy similar al esquema anterior, reduciendo levemente las variaciones.

Bajo el esquema 3.1 la tarifa promedio de los hogares pertenecientes a N3 aumentaría un 72% en relación al escenario base, mientras que las tarifas de los hogares N1 y N2 no sufrirían modificaciones. En este esquema el subsidio se reduce un 17%.

En el esquema 3.2 la tarifa de los hogares pertenecientes a N2 aumentaría un 94%. La tarifa de los hogares de N1 y N3 se mantendría como en el caso anterior. Bajo este esquema el subsidio se reduce un 43%.

Por último, bajo el esquema 3.3 la tarifa afrontada por los usuarios de N2 aumentaría un 107% en relación al escenario base y el subsidio disminuiría un 47%.

Comentarios finales

El objetivo de esta nota es presentar alternativas para el diseño y la evaluación de la tarifa de la energía eléctrica residencial.  En base a datos de la ENGHO y administrativos para el AMBA se presenta la situación actual y se cuantifican las diferencias de gasto entre los distintos grupos de la segmentación resultante del Decreto 322/22.  Se presentan alternativas hipotéticas de eliminación total (escenario 2) o parcial (escenario 3) del subsidio, realizando el supuesto de que las cantidades demandadas no cambian ante cambios de precios, aunque uno de los efectos buscados en la actualización de tarifas sea evitar el “derroche” de energía.

No se trata en esta nota de proponer propuestas concretas, sino de brindar elementos para estudiar los distintos aspectos vinculados con la problemática: magnitud de costo presupuestario; diferencias entre los grupos de la segmentación en cuanto al precio pagado por el mismo bien; impacto de distintas alternativas sobre el costo presupuestario y la disminución del subsidio para cada grupo. Pueden diseñarse esquemas tarifarios alternativos a los presentados y evaluar las implicancias.

Como comentario final, es importante destacar que en las cuantificaciones presentadas se omite considerar el punto relativo a la eficiencia productiva. Así como el subsidio a los usuarios debería disminuirse en forma gradual para lograr el equilibrio fiscal, también debería ser gradual el crecimiento de la eficiencia en la producción. De esta forma, en la transición, el costo de eliminar el subsidio sería soportado no solo por los usuarios que lo reciben y por los contribuyentes y/o usuarios de bienes públicos que deberán cargar con mayores impuestos o menor cantidad-calidad de bienes públicos, sino también por los productores que deberán mejorar la eficiencia para reducir sus costos.  Un planteo similar es válido para los otros servicios públicos (agua, gas, transporte, etc.).

Notas

[1] En línea con la distribución del consumo total de electricidad, aproximadamente el 43.5% de los subsidios a la generación eléctrica son destinados al AMBA (Bertín et al. 2023).

[2] Los ejercicios son ilustrativos para evaluar la situación y no constituyen una propuesta concreta.

Referencias

ASAP. Informes de Ejecución Presupuestaria.

Bertín O., García T., Pizzi F., Porto A., Puig J. & Puig J. (2023). Revisting Distributional effects of energy subsidies in Argentina. Working paper, CEFIP.

CAMMESA. Informes anuales 1992-2022.