Sobre los cambios en precios relativos y bienestar en Argentina

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Por Sabrina Lozano (FCE-UNLP), Diego Fernández Felices (CEFIP-IIE-FCE-UNLP) y Jorge Puig (CEDLAS y CEFIP-IIE-FCE-UNLP)

Los cambios en los precios relativos de los bienes y servicios tienen implicancias en el bienestar social y traen aparejadas consecuencias distributivas. En este sentido, si un bien se encarece (abarata) relativamente y representa una proporción considerable del consumo de los hogares es factible que el bienestar de éstos disminuya (aumente).

En Argentina, buena parte de las políticas económicas implementadas durante los últimos años generaron fuertes variaciones en los precios relativos. Por ejemplo, hacia finales del año 2015 la economía presentaba distorsiones en sus precios relativos producto de controles de precios, intervenciones del mercado cambiario, el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos, entre otras medidas. Luego, durante el período 2016 y 2019 se aplicaron distintas medidas para intentar revertir estas distorsiones: se liberalizó el mercado cambiario y se redujeron los subsidios económicos, principalmente en el sector energético. En la Figura 1 se muestra la variación de los precios relativos en Gran Buenos Aires durante este período. Se puede observar, por ejemplo, que estas políticas generaron que el rubro gas y electricidad se encarezca considerablemente respecto del resto de los bienes. Este incremento fue seguido en magnitud por el correspondiente a ciertos alimentos, comunicaciones y transporte, entre otros rubros. Por otro lado, algunos bienes se abarataron relativamente, especialmente bebidas alcohólicas, frutas, vestimenta, calzado y tabaco.

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El impacto de estos cambios en precios relativos sobre el bienestar de los hogares puede estimarse a partir del cálculo de las características distributivas (CD) de los bienes y servicios y su participación en el gasto agregado. Las CD indican cuán concentrado está el consumo de un cierto bien en los sectores más vulnerables. Desde esta perspectiva, y suponiendo que la sociedad presenta cierta preocupación por la desigualdad, se espera que los incrementos (caídas) de precios relativos tengan un mayor impacto negativo (positivo) sobre el bienestar si se producen sobre aquellos bienes cuyo consumo se encuentra muy concentrado en los estratos más necesitados de la población. Este impacto se verá reforzado en casos en los que dichos cambios en precios tengan lugar en bienes con una alta participación en el gasto agregado de consumo. Y, siguiendo con lo anterior, también se verá reforzado, ceteris paribus, para una sociedad más preocupada por la desigualdad.

En un trabajo reciente, medimos las CD de los bienes y servicios para Argentina y cómo -dadas estas CD- los cambios en precios relativos recientes han afectado el bienestar de los hogares.  Para ello utilizamos los datos de la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017/18 y del Índice de Precios al Consumidor, ambos publicados por INDEC. El análisis se realiza para seis regiones del país y para el total nacional.

Respecto de la medición de las CD, los bienes con CD más altas son los rubros electricidad y gas, tabaco, transporte público, alimentos y telefonía celular. Por otro lado, algunos de los bienes que tienen las CD más bajas son salud, conservación del hogar, equipamiento y mantenimiento del hogar. 

En relación con los efectos sobre el bienestar de los hogares, los resultados indican una caída del bienestar como consecuencia de los cambios en precios relativos acontecidos entre diciembre de 2016 y junio de 2019. Como muestra la Figura 2, esta caída en el bienestar de los hogares, medida como porcentaje de su gasto, fue de aproximadamente 15 (7) por ciento si se asume que la sociedad argentina se preocupa mucho (poco) por la desigualdad. Los rubros que explican este resultado son electricidad y gas, transporte, comunicaciones y aquellos alimentos que presentaron incrementos en sus precios relativos. El primer rubro no solo presenta una CD muy alta, sino que a la vez experimentó la mayor variación de precios relativos durante el período de análisis. Esto se debe a la remoción de subsidios a la energía, cuyas tarifas estuvieron congeladas nominalmente desde la salida de la crisis del año 2001 hasta fines del año 2015. En el caso de las comunicaciones, la telefonía celular presenta una elevada CD, así como un incremento en su precio relativo. En cuanto a los alimentos, son bienes de primera necesidad que tienen gran participación en el consumo de las familias más pobres, y por ende poseen una CD alta. Por el lado del transporte, su impacto radica en la importancia que tiene este rubro en el gasto agregado. Las heterogeneidades en los patrones de consumo y en los cambios de precios relativos llevan a que la magnitud del efecto difiera entre regiones del país.

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Los resultados anteriores permiten obtener conclusiones relevantes sobre el efecto que tienen los cambios en precios relativos sobre el bienestar en Argentina. A tal efecto, conocer las CD de los bienes es un componente clave del análisis y cabe destacar la importancia de contar con estimaciones actuales de las CD para realizar análisis de bienestar en Argentina. Las CD pueden aplicarse para estudiar, por ejemplo, los efectos de una reforma tributaria sobre el consumo, reformas de política económica que alteren precios relativos, o simplemente evaluar cambios de precios relativos en períodos alternativos al analizados en esta entrada. Si bien un análisis completo de reformas de política económica debe incluir tanto la dimensión distributiva como la vinculada con la eficiencia, contar con estimaciones de las CD y un ranking de las mismas brinda al hacedor de política herramientas para instrumentar cambios orientados a mejorar la primera dimensión.

Referencias

Lozano, S., Puig, J., & Fernández Felices, D. J. (2021). Cambios en precios relativos y bienestar en Argentina: Una estimación en base a características distributivas. Económica, 67, 018. https://doi.org/10.24215/18521649e018