La enigmática evolución de la equivalencia económica argentino-sudamericana. De los datos de Bunge (1922/23 y 1937/38) a los actuales

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Por Alberto Porto
UNLP-ANCE

1- Indicador promedio de capacidad económica. Porcentaje de cada país en el total de América del Sur

Alejandro Bunge (1940) expresa en su libro Una Nueva Argentina (pg. 311 y stes), refiriéndose a conferencias dictadas en Universidades de los Estados Unidos en 1922:

“Una de ellas, pronunciada en …versaba sobre la “Equivalencia económica argentino-sudamericana” y en ella nos referíamos a los hechos que ponían de manifiesto lo siguiente: que la capacidad económica de la Argentina equivalía a la de las demás naciones de la América del Sur sumadas. El asombro de los concurrentes…nos mostró que se suponía, no solo que otro país de la América del Sur superaba a la Argentina, sino que la posición de ésta no difería mucho de las otras naciones sudamericanas.” (pg. 311).

La información elaborada por Bunge para 1922/23y 1937/38 se vuelca en la Tabla 1, columnas 1 y 2.  La Argentina superaba los otros nueve países sumados en 1922/23; esa situación se mantuvo hasta 1927. “Desde entonces, la Argentina está perdiendo terreno con relación al conjunto de los demás países de la América del Sur” (pg. 312). En el promedio de los ocho índices tomados por Bunge para 1922/23 le correspondía a la Argentina el 51,8% del total versus el 48,2% de la suma de los otros nueve países; Brasil representaba el 26,3%.  En 1937/38 la participación de la Argentina había disminuido al 45,3% (54,7% el resto); Brasil había aumentado al 30,3%.

La columna 3 de la Tabla 1 corresponde a 2013 (*) y es una clara evidencia del retroceso relativo de la Argentina: la participación en el índice compuesto disminuyó al 11,4% en 2013. Uruguay es el otro país que disminuye su participación relativa. Entre los años extremos se destacan los crecimientos en las participaciones de Brasil, Colombia, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela. Chile aumenta su participación levemente.

Tabla 1. Equivalencia económica. Porcentajes de participación. Indicador compuesto. Promedio

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2- Indicador promedio per cápita.  Índices: América del Sur = 100

Los datos utilizados por Bunge indican la participación absoluta de cada país en el indicador promedio. Una visión más clara se obtiene construyendo el indicador per cápita dado los distintos tamaños de la población (Tabla 2 y Figura 1).

Tabla 2. Índices promedio América del Sur = 100

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Fuente: El indicador compuesto para 1922 y 1937 es el de Bunge; los datos de población para esos años son del Maddison-Project; los datos de 2013 son del World Bank.

La Argentina pasó de un valor per cápita superior en 244% al promedio del conjunto de países, al 9% superior. Es el único caso de disminución. El resto pasó de 43% inferior al promedio a sólo 1% inferior. Todos los países mejoraron su situación relativa, notando que con el indicador per cápita el caso de Uruguay se revierte con respecto al de la tabla 1.

Figura 1. Evolución del indicador compuesto per cápita

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3- Producto Interno Bruto per cápita (PIBpc – Índices Argentina = 100)

La Tabla 3 y la Figura 2 confirman la pérdida de posición relativa de la Argentina en términos del producto interno bruto per cápita. En 1922 todos los países se encontraban con valores menores a los de la Argentina siendo los más próximos Uruguay (15% inferior) y Chile (33% inferior); en Brasil el valor era 72% inferior. En 2010 todos los países para los que se cuenta con información mejoraron su PIBpc relativo al de la Argentina; p.ej Brasil pasó de 72% inferior a 33% inferior, Colombia de 68% a 31%, y similarmente Ecuador y Perú. Chile y Uruguay. En Chile y Uruguay es superior en 35% y 12%.

Tabla 3. Producto Interno Bruto per cápita. Argentina = 100 (**) 

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 Fuente: Maddison-Project

Figura 2. Producto Interno Bruto per cápita. Argentina = 100

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Fuente: Maddison-Project

4- Las expectativas y la realidad

La realidad muestra un claro contraste con las expectativas que había generado la economía argentina. Por ejemplo:

Tierras son esas de donde salieron, a la voz de San Martín, unos puñados de hombres, a cruzar los Andes, postrar a ejército cuantioso y redimir a Chile; y los cruzaron, lo postraron y lo redimieron en veinticuatro días.

“Campañas haga iguales en la industria Buenos Aires, dignas de aquellas maravillosas y centáuricas que dieron apariencias de dioses a los hombres!

“Todo lo alcanzará Buenos Aires, que a tiempo supo exponerse a morir, por ser dueña de sí, y ahora sabe vivir cuerdamente, rica en ardientes corazones y en mentes fértiles”.  Cita tomada de Díaz Alejandro y corresponde a José Martí, artículo en La América, Nueva York, 1883.

Todo crece, todo se desenvuelve y todo nos augura un porvenir de prosperidad grandioso”, del Mensaje del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Dardo Rocha, a la Legislatura del 1º de Mayo de 1884.

Frente a esas expectativas:

La evolución de la economía argentina en el periodo que va desde las últimas décadas del siglo XIX hasta finales del XX ha sido desconcertante”, Cortés Conde (2005, Introducción).

“La “Argentina que no fue” es la que nunca pudo llevar al éxito un programa reformista moderno”, Llach, 1985, p.10.

“Ahora nos proponemos la compleja tarea de desentrañar las causas de nuestro síndrome de las desmesuras…”, Llach y Lagos (2014, pg. 288), y analizan los “factores que fueron llevando a los excesos y desmesuras…que se convirtieron en los factores principales del atraso” (pg. 269).

5- La Pregunta

Los datos presentados dejan planteada la pregunta:

¿Qué factores pueden explicar la enorme pérdida de posición relativa de la Argentina? 

¿Podrá ser explicado por la teoría de la convergencia?

¿Será el resultado de baja calidad de las políticas económicas? En este caso ¿Cómo pueden elegirse políticas de mala calidad a lo largo de más de un siglo?

¿Será el sendero elegido por la sociedad argentina? En este caso ¿Cómo puede ser que la sociedad elija un sendero de deterioro a lo largo de más de un siglo?

¿Será que gobiernos Leviatánicos se han apartado de los deseos de los ciudadanos? En este caso ¿Cómo puede aceptarlo la sociedad Argentina?

Cualquiera sea la respuesta aparece otra pregunta:

¿Se continuará perdiendo posiciones relativas? ¿Cómo modificar el rumbo?

El lector puede bucear respuestas, entre otros, en los excelentes trabajos de Bunge (1940), Cortés Conde (2005), Di Tella y Zymelman (1967), Gerchunoff y Llach (2003), Llach (1985), Llach y Lagos, 2014.


Esta nota, sin pretensión de originalidad, agrega datos a la documentada pérdida de posición relativa a lo largo del tiempo. Agradezco los comentarios de J.J. Llach y G.G. Porto y la excelente tarea de asistente de investigación de la Lic. Ivana Benzaquén.

(*) Circa 2013. Algunos de los indicadores abarcan el periodo 2009/2015.

(**) Los PBI per cápita de 1938 para Bolivia y Paraguay están aproximado por los de 1945 y 1939, respectivamente. El PBI per cápita de Paraguay 2010 está aproximado por el de 2008.

REFERENCIAS

Bunge A. (1940): La Nueva Argentina, reproducción de Editorial Hyspanoamerica, Madrid, 1984.

Cortés Conde R. (2005): La Economía Política de la Argentina en el Siglo XX, Edhasa, Buenos Aires.

Di Tella G. y M. Zymelman (1967): Las etapas del desarrollo económico Argentino, EUDEBA, Buenos Aires.

Gerchunoff P. y L. Llach (2003: El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas, Ariel, Buenos Aires.

Llach J.J. (Selección e Introducción, 1985): La Argentina que no fue, Ed. IDES, Buenos Aires.

Llach J.J. y M. Lagos (2014): El país de las desmesuras, El Ateneo, Buenos Aires.